Esta pérdida de masa muscular (componente de la masa magra) asociada con el envejecimiento, conocida en términos científicos como "sarcopenia", priva de una cualidad tan importante como es la fuerza, indispensable para la realización de las tareas habituales de la vida y para protegerse de las caídas y sus consecuencias, las fracturas. Las caídas son, la mayor parte de las veces, las responsables directas de las fracturas y muchas veces sucede al contrario, caemos a partir de una fractura, casi siempre originada por una osteoporosis avanzada, especialmente en la cadera. La osteoporosis no es otra cosa que una pérdida de masa ósea en la que intervienen, el envejecimiento, el sedentarismo y la disminución de los estrógenos en las mujeres tras la menopausia.Quienes realizan una actividad física de forma constante, conservan en los últimos años de su vida mayor masa muscular y ósea y mayor fuerza.Incluso las personas que superan los 80 años, aumentan el volumen de sus músculos y de la fuerza, a la vez que incrementan su masa ósea. Parece pues evidente, que hueso, músculo y fuerza mantienen una evolución muy similar a lo largo de la vida y la actividad física es determinante.
Esto no quiere decir que el ejercicio físico detenga totalmente el envejecimiento, pero si es verdad que el ejercicio unido a un estilo de vida sano va a retardar los procesos naturales del envejecimiento a la vez que nos va a aportar una mejor calidad de vida.
Las clases son personalizadas.
Estos son algunos de los beneficios que se obtienen con la práctica constante.
Prevención de osteoporosis.
Prevención de la arterioesclerosis.
Menor incidencia de caídas y fracturas, por aumento de la fuerza muscular.
Disminución de tensión arterial.
Pérdida de peso y su mantenimiento.
Mejora la coordinación de los movimientos.
Mejora de la funcionalidad, gran capacidad para desarrollar tareas cotidianas.
Mejora de la depresión.
Mejora del sueño y sensación de bienestar general.
El estado natural del cuerpo es la salud, hasta la mínima función tiene un objetivo biológico que predomina sobre cualquier otro y que consiste en restablecer la salud. Las heridas se curan, los huesos se sueldan, la fiebre baja, las toxinas se eliminan, la fatiga se repara. Tenemos a nuestra disposición un milagro de la biomecánica que debe durarnos hasta la vejez.
Debemos dar al cuerpo oportunidad de moverse libremente, de relajarse en profundidad, de disfrutar de aire fresco y natural y comer alimentos sanos y naturales, para evitar recurrir a las píldoras y esconder la llamada a un mal funcionamiento de nuestro cuerpo. Incluso después de una vida cargada de stress, hipertensión, reumatismo, etc…, Pilates puede hacer mucho por restablecer la buena salud o prevenirla, teniendo en cuenta las posiciones adoptadas en nuestra vida diaria, tan perjudiciales para nuestro cuerpo, como el estar sentados largas horas con la parte inferior de la columna curvada o incluso cargar un bolso siempre en el mismo hombro puede desequilibrar toda la estructura.
El cuerpo no es más que un aspecto de la salud, para el cual es importante la mente y el espíritu, de manera que para que el cuerpo se arregle, la mente debe curarse. Si aprendes a relajar la tensión física de tu cuerpo, experimentarás una gran calma mental.
Considerando que los músculos de las personas mayores no son tan flexibles, por lo cual corren un riesgo mayor, se hacen los ejercicios de una manera más suave para evitar presionar muchos sus articulaciones, ligamentos y en general su cuerpo, dando importancia a practicar la respiración de manera correcta.
