Imagina una línea imaginaria que conecte tus hombros entre sí, los huesos coxales entre sí, y una línea vertical que conecte los hombros y los huesos coxales, formando un rectangulo en el tronco.
Si te imaginas esa caja delimitando el cuerpo, te ayudará a mantener las caderas alejadas de las costillas, con la base de la columna apoyada en la colchoneta, y los hombros alineados y alejados de las orejas mientras te mueves. Esto favorecerá el alineamiento y simetría del tronco y el cuerpo, y permitirá activar el centro de energía.