Abdominales

La caja abdominal

Es el conjunto de elementos que contienen y limitan las vísceras abdominales.

Diafragma.
Vértebras lumbares.
Pelvis.
Periné (Diafragma muscular pélvico).
Músculos abdominales.

Es absurdo el estudio y trabajo de un grupo muscular sin tener en consideración la sinergia con los demás. Cualquier ejercicio que involucre los músculos abdominales tiene repercusión en el diafragma, en la zona lumbar y en el periné.

El estudio analítico de cada elemento y el trabajo en globalidad de todo el conjunto proporcionará un equilibrio y facilitará la comprensión de progresiones y ejercicios lógicos.

Los músculos abdominales son:

Recto abdominal: el más superficial, prácticamente inactivo en espiración.
Origen: costillas 5, 6 y 7 y apéndice xifoides.
Inserción: cresta y sínfisis púbica.
Acción: aproxima el tórax a la pelvis, su debilidad provoca lordosis.

Oblicuos externos: espirador.
Origen: en las siete últimas costillas.
Inserción: en la cresta iliaca y por delante de la línea alba.
Acción: inclinación lateral, rotación, flexión del tronco, retracción de tórax.

Oblicuos internos: espirador.
Origen: arco crural, sobre cresta iliaca y sobre aponeurosis lumbar.
Inserción: en las cuatro últimas costillas, en la línea alba y pubis.
Acción: inclinación lateral, rotación, flexión del tronco.

Transverso: el más profundo, el más potente espirador.
Origen: en las seis últimas costillas, en las cinco vértebras lumbares, en la cresta iliaca y en el arco femoral.
Inserción: línea alba y pubis.
Acción: reduce el diámetro de la región abdominal, deprime la pared abdominal, su debilidad provoca lordosis.

Objetivos de la práctica de ejercicios abdominales.
Equilibrio postural.
Sustentación visceral.
Disminución de la grasa en esa zona.
Reducción del perímetro .
Aumento de protección de la columna, hernias, diastásis, pubalgias...

La capacidad de los músculos abdominales de elevar el tronco en posición supino de 30º, cualquier movimiento por encima de esto implica el trabajo de otros músculos como el Psoas. Al contraer el recto abdominal en la mayoría de los casos se desciende el transverso, dando lugar a un abdomen prominente.
Al ejercer abdominales aumentamos la presión en el diafragma pélvico, si no se fortalece paralelamente, colaboramos a su debilidad, prolapsos, incontinencia urinaria...


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